Capitulo 3
-¿Está usted bien? No… -hizo una pausa para luego abril sus ojos y tomarme por el rostro con sus manos tan dulces, suaves y fuertes- ¿Tu?...oh dios luna eres tu…- emocionado y vi cómo se asomaba una sonrisa en sus bellos labios pero lo demás no pude ver solo escuchar sus desesperados gritos lejanos- ¡LUNA!!...LUNA!!-ese es mi nombre- ¡Dime algo!!...por favor!...oh Dios! –sentí mi cuerpo volar unas manos tomarme y pegarme a un torso duro pero a la vez cómodo y un aroma invadió mis fosas nasales el aroma más delicioso era su perfume. El corría me pregunte a donde o qué? Y lo entendí una hora después.
Desperté en un cuarto blanco lleno de máquinas unas fotos sobre la pared y enfermeras caminando por frente de mí atendiendo a otros pacientes, si estaba en un hospital y él estaba a mi lado, cuando se dio cuenta que había despertado se acercó a mí.
-¿Estás bien? –pobre estaba asustado.
-umm… si… pero que hago aquí?...que me paso solo recuerdo…que estaba en el estacionamiento y había golpeado una camioneta…-Pase mi mano por mi frente Sentía algo de ardor y algo estaba sobre ella tenía una venda cubriendo mi herida esa misma que no había notado ni había dado importancia cuando paso el choque.
-cuidado…no la toques…es que tú me chocaste a mi bueno a mí no, a mi camioneta y al parecer te hiciste daño también pero gracias a dios estas bien tu…me diste un susto tremendo…uff…me alegra que hallas abierto esos ojitos-sonreí como idiota de sus palabra era tan tierno.
-gracias…tendremos que reunirnos para que me digas cuanto te debo del daño de tu camioneta…lo siento mucho…suelo ser algo torpe a veces no me di cuenta de tu camioneta pero no importa yo te la pagare –lo mire sonriendo de verlo de nuevo había pasado 2 años sin ver a esa hermosura y era como si fuera le 2 día de nuestro comienzo.
Luego de salir del hospital el mismo me llevo a mi apartamento ya que él no quería que yo guiara por lo que había pasado y se ofreció a llevarme y luego me traería mi auto. Ese día me dejo y yo me quede en mi apartamento sonriendo y feliz de verlo con una alegría como la que siento ahora de recordar ese momento.
El día paso y llego el nuevo amanecer desperté pensando en el no había vuelto como quedo y me estuvo raro el Parecía muy puntual y serio ¿No creo que me allá hecho algo malo? Para esa contestación sonó el timbre de mi apartamento interrumpiendo mis pensamientos para darme la contestación, cuando abro la puerta el que está ahí sonriendo con esa carita tan bella y tan hermosa no sabía que más adjetivos ponerle a su hermosura de hombre que tenía.
-buenos días luna perdona la tardanza te vengo a traer tus llaves de tu auto –dijo mirándome tan tierno que sin querer esa vez me mordí los labios de solo verlo pero me di cuenta rápido y trate de no volver a hacer eso frente a él es más me puse nerviosa y creí que no lo había notado el pero al parecer si lo hizo pero no dijo nada.
-eh…pasa si quieres por favor –le dije tomando mis llaves y dejando le espacio para que ingresara a mi apartamento. El entro mirando todo a su alrededor y cerré la puerta para luego ofrecerle cualquier cosa.
-gracias pero solo vengo a dejarte las llaves hoy empiezo mi nuevo trabajo en media hora y tenía que pasar a esta hora o tendría que traértelo cuando terminara y no vaya a ser que lo necesites por si acaso esta arreglado y no quiero que me des las gracias lo hice porque me apeteció así que lo puedes usar cuando desees está en perfectas condiciones como nuevo –dijo sonriéndome y me quede embobada no era maravilloso siendo yo quien lo choco y me lleva al médico tras de eso me trae a mi casa y arregla mi auto es un amor este hombre.
-Pero…pero…pero como no debiste hacer eso se supone que sea yo quien te arregle el auto no tu a mi bueno tu camioneta como quiera te la pagare –me iba a mi cuarto cuando tropiezo con algo que hace que me cayera pero unos brazos tomaron posesión de mi cintura impidiéndome el golpe que recibiría por tropezar con eso y en cambio fui a parar frente a frente de, el a centímetro de sus labios que desee probarlo al estar en esa situación, mi respiración se agito y la de, el también porque entre las dos luchaban para resaltar sobre la otra.
-estoy convenciéndome de lo que dijiste de ti misma en el hospital -y se quedó mirándome a los ojos.
-que…cosa…-dije en voz baja pero parecía más un susurro saliendo de mis labios.
-tu torpeza… jeje…casi te vas de boca contra el piso… ¿Estas nerviosa o es mi imaginación? –ya se dio cuenta de mis torpezas y nervios ahí deseo que te des cuenta que también te quiero besar.
-jajá…si…suelo estar siempre contra el piso cada rato ya estoy…acostumbrada…-y nos interrumpió un sonido como de algún móvil pero del mío no era, si no el de él. Me dejo de sostener para separarse y buscar entre sus bolsillos su móvil.
-dame un minutos por favor –y contesto al parecer era un compañero de trabajo que después de terminar la llamada regreso con las palabras que no quería escuchar.
To be continues....
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